Las personas adultas pensamos que por nuestra edad y experiencia estamos mejor equipados para tomar decisiones que afectan directamente a infantes y jóvenes, ¿es siempre el caso?
Nuestro compromiso es propiciar espacios para que nuestros niños conozcan un mundo lleno de colores que inviten a abrir la imaginación y plantear un mundo nuevo.
Esta actividad posibilita abrir las puertas para que los alumnos juzguen y discutan con sentido crítico los problemas y situaciones cotidianas de sus comunidades y del país.
La planeación de clases es el faro del proceso enseñanza-aprendizaje en el aula, y, aunque es el diario vivir de nosotros los docentes; a más de uno nos causa un quebradero de cabezas.
Como adultos podemos hacer un trabajo mucho mejor al enseñarles a los niños que ciertos tipos de comportamientos nunca son aceptables: no hay nadie a quien culpar, sino a los mismos agresores.
Trabajar habilidades lingüísticas y digitales, desarrollar su espíritu crítico y aprender a organizar la información, son algunas de las cualidades de esta técnica.