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La importancia de las práctica pedagógicas
Por medio de esta experiencia y lo que podamos profundizar y vivir llenemos cada espacio de nuestras prácticas e investigaciones educativas.
De acuerdo al texto ‘Sobre la experiencia’ de Jorge Larrosa y el proyecto de ‘Construyamos un mundo en armonía entre derechos y deberes’ de los profesores Miguel y Jairo, del Colegio Distrital Benjamín Herrera (IED BH), ubicado en la localidad de Puente Aranda, Bogotá, Colombia, existe un eje en común y es que la experiencia tiene muchas posibilidades en cualquier tipo de campo, en especial en la educación actúa de modo analítico- crítico y en la praxis.
La palabra experiencia abarca un gran campo semántico, práctico y epistemológico. Por lo tanto, se debe ver desde el punto en que su complejidad lo define y ocupa, es decir, que la experiencia se debe ver desde la misma experiencia; no es una situación casual ni poco trascendental.
La experiencia lo es todo en el campo educativo, las grandes investigaciones y las transformaciones que desarrollaron los maestros del IED BH tuvieron un impacto en el trabajo de campo, salir del tablero y el papel a la interacción y todo esto que en medio del texto hablaba Larrosa exterioridad, alteración alineación, subjetividad, reflexividad al punto de lograr un cambio: la transformación.
Todo el proceso que vivieron los estudiantes del colegio llegó a un punto donde su experiencia llegaba a transformar los círculos sociales, familiares y académicos, también gracias a que eran estudiantes de décimo y onceavo grado, envueltos en un contexto donde se enfrentaban a matoneo, violencia, drogas, daños a la escuela, desmotivación por la vida académica, etc. Un objetivo y punto de partida fundamentado en los derechos humanos, cultura ciudadana y “paz escolar”.
Por otro lado, la experiencia según Kafka debe ser “violenta” debe romper nuestros esquemas y sacarnos de esa zona de “confort” en la que siempre solemos movernos como estudiantes o investigadores en proceso, hasta el punto incluso de “perturbarnos” y llevarnos a puntos extremos donde polaricemos la cuestión de la vida o muerte, lo positivo y negativo. El fin de todo esto es que por medio de esta experiencia y lo que podamos profundizar y vivir de eso lo llevemos a puntos donde ocupe y llene cada espacio de cualquier práctica o investigación educativa.
Miguel plazas y Jairo Salamanca como docentes del área de sociales también pensaron en que esa experiencia debía ser exterior y subjetiva, lo que llevó indiscutiblemente a la transformación de la realidad educativa en el colegio, y estoy segura de que el buen ejercicio de la investigación en relación a la experiencia como lo ve Jorge Larrosa tiene esos pasos, pues, son estados esenciales de la experiencia entendida desde el campo educativo.
La experiencia debe también desarrollar un pensamiento crítico y propositivo, en medio de la investigación de cada estudiante e intervención por medio de los juegos, interacción entre los afectados y causantes de ciertos problemas, el trabajo entre los agentes externos y familias dentro y fuera del instituto, expandieron la palabra experiencia a un ejercicio donde el escenario de investigación antes que un cambio generaba un ambiente de oportunidades y propuestas.
En el campo educativo esta propuesta era interdisciplinar no solo iba transformando campos sociales y familiares sino también académicos pues incorporaba áreas como ciencias políticas, economía, filosofía, educación religiosa, matemáticas, lengua Castellana e incluso biología.
En conclusión, la experiencia, la investigación o proyecto de los estudiantes del IED BH, abarcan el hecho de un cambio, donde se parte de un punto A y no se retorna a el mismo sino se llega a un punto B, que implica mirar todos los puntos en los que se pueden desarrollar y enfocar los bajos y altos en medio de los procesos que llevan a la transformación del proyecto o en un caso más común una “experiencia educativa simple o cualquiera”.
Debemos tener en cuenta que somos entes transformadores de realidades y de nuestra propia realidad, y cada cosa y situación que vivamos, debe ser siempre vista desde un punto auto-reflexivo y exterior dónde incluso la mayéutica sea el eje transversal de todo pensamiento y acción.
Referencia:
‘Sobre la experiencia’, Jorge Larrosa.
‘Construyamos un mundo en armonía entre derechos y deberes’, Miguel Plazas y Jairo Salmanca.
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