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¡Negro! ¡Negra!, fragmentos de la afrodescendencia en América
La llegada de los españoles no fue una casualidad aparente, fue el resultado de una crisis económica europea que empezó a ver en las Indias una oportunidad comercial. Sin embrago, en 1492 la ruta se desvió y terminan en nuevas tierras los presos, los aventureros y los esclavos, que más adelante serán los genes de la descendencia latinoamericana. Estos son algunos antecedentes del territorio desconocido, que la historia más adelante se designaría con nombre de mujer “América”.
En la llegada del hombre europeo, vienen otros seres con gran corpulencia, con su piel más oscura; una raza de trabajo que termina siendo la mano de obra de minas, plantaciones, cañaduzales y servidumbre. La afrodescendencia en América es uno de los hechos culturales más importantes del encuentro entre Europa y América. La presencia de la raza negra en nuevas tierras llega con folclor, con ritmos, movimientos y con una mirada de asombro por tierras verdes promisorias, un momento que desde la historia marcaría los sucesos en las posteridades de los años 1600.
La raza negra es sinónimo de explotación y el esclavismo, no deja de ser uno de los hechos más inhumanos que la historia de las civilizaciones haya registrado. El castigo, los trabajos forzosos, la crueldad del hombre blando termina siendo la causa de millares de negros muertos victimas del atraso y discriminación cultural. Es un capitulo en el tiempo donde los negros se escondieron detrás de las tapias, se invisibilizaron en la memoria de la gran América, desconociendo el legado de gente fuerte, raza aguerrida y con grandes aportes a la diversidad cultural y étnica del nuevo mundo.
En los alrededores de 1790 la revolución francesa proclama la abolición de la esclavitud, pero en América este grito de libertad como muchos otros hechos termina siendo tardío, sólo hasta mediados de 1800 se puede hablar en la mayoría de los pueblos de América de este principio de igualdad étnica. En este mismo sentido, hablar de esclavos implica ver desde el espectro de la barbarie a la raza indígena, sólo que con el paso del tiempo la afrodescendencia primaria sobre lo indígena, mal llamados indios.
El 11 de noviembre Cartagena se viste de gala como primera provincia libre de la corona española. Hoy hablamos de la liberación de una raza que marcó los inicios de la afro-colombianidad en estas tierras. En este mismo sentido, otras formas actuales como la pobreza, la discriminación, la misma violencia de genero siguen siendo problemáticas también graves, que coartan esta expresiones de libertad y dignidad, en el peor de los casos terminan degradando la misma condición de la única raza exigente, la raza humana.
Una muestra de este análisis lo podemos escuchar en las voces del cantante colombiano Joe Arroyo, fiel representante del talento negro que desde la música deja un legado para la posteridad. La rebelión, repite la frase que quizás retumbó en la memoria de palenques y el mismo eco que produjo la esclavitud en medio de grilletes y latigazos, desde un grito que dice: “no le pegue a la negra”.
A continuación un fragmento de la rebelión del Joe.
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