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¿A quién dirigió la Unesco su resolución para salvaguardar la música vallenata?

La música vallenata es mucho más que una parranda, se ha paseado con lujo de detalles por Estocolmo, la Casa Blanca y demás

Febrero 6, 2018

La razón de ser del docente de aula y su práctica pedagógica según la ley 115 es, y debe fundamentarse en, favorecer la adquisición y generación de los conocimientos científicos y técnicos más avanzados, humanísticos, históricos, sociales, geográficos y estéticos, mediante la aplicación de estrategias didácticas que permitan a los alumnos apropiarse de hábitos intelectuales pertinentes que favorezcan el desarrollo de los saberes.

Así mismo, la comprensión crítica de la cultura regional y nacional para darle asidero o ubicación a los educandos, se convierte entonces esta ley en una invitación formal a tomar en cuenta la cultura y el entorno en los procesos de aprendizaje, para la fácil o mejor adquisición de estos.

En el mundo vallenato, un mundo conformado por regiones específicas de Colombia y en las cuales la música vallenata se torna cotidiana en el diario de trasegar de sus moradores, se interrumpió su acontecer aquel 3 de diciembre del 2015, fecha en la cual la Unesco decidió la inclusión de la música vallenata tradicional del Magdalena Grande en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial en necesidad de salvaguardia Urgente.

Sostiene en uno de sus apartes tan importante distinción “se teme desaparezca un medio importante de transmisión intergeneracional de los conocimientos y prácticas musicales”. Para nadie es un secreto que el vallenato desde sus inicios se caracterizó por transmitir o comunicar aconteceres de una región a otra y en su narrativa es fácil encontrar acontecimientos que informan sobre situaciones climáticas en forma metafórica como en la canción “el verano” en la cual los arboles lloran al ver rodar su vestido o tragedias cotidianas narradas en forma vehemente tal sucede en la canción “marianita”, en los textos de las canciones vallenatas se encuentra todo tipo de figuras literarias, como cuando la de un pedazo de tierra se personifica y reta al mar a pelear ya que se encuentra engreída y altanera, tal como se narra en la canción “benditos versos” y la lista de  ejemplos por citar continuaría y sería interminable. Resulta entonces entendible la preocupación de la Unesco, al percatarse de cuan valioso tesoro se encuentra en peligro y urge su salvaguardia.

¿Pero a quien dirigió la Unesco la ya famosa resolución? o ¿quién debe asumirla? Son interrogantes que hasta el momento no han encontrado respuesta. ¿Está la escuela llamada a salvaguardar el acervo cultural que representa el vallenato? ¿Posee la música vallenata características suficientes para ser considerada herramienta didáctica?

Son muchos de los interrogantes que necesitan respuesta, y los cuales hasta el momento no han tenido eco, sin embargo, aún sigue latente, y en las reuniones callejeras incluidas las que se dan bajo el palo e mango, se sigue preguntando “que fue lo que dijo la Unesco sobre la música vallenata”.

La música vallenata es mucho más que una parranda, se ha paseado con lujo de detalles por Estocolmo, la Casa Blanca y demás, quien hoy debe retribuir al vallenato y darle la preponderancia que corresponde es la escuela, el vallenato debe ir más allá de cantinas y billares, ser recibido en las aulas de clase para transformar, así como transforma los estados de ánimos en cualquier evento social, debe ser el pilar que transforme las prácticas de aula de muchas áreas de enseñanza. Los docentes se quejan a menudo de la poca atención y de la falta de interés por la lectura   en los alumnos, particularmente en los niños de primaria, puede ser este el inicio para que sea la música vallenata a través de los textos de sus canciones quien invada al aula de espacios de alegría, se fomente la lectura y haya condiciones desde el punto de vista emocional diferentes.

Diversos estudios avalan el uso de la música en el aprendizaje, demostrado esta que produce en el ser humano cambios positivos de actitud, alegría, estimula la memoria y todo esto debe hacer más efectivo y fácil el proceso enseñanza aprendizaje, por ser la música vallenata del agrado de los jóvenes, despierta el deseo de aprender a aprender, estimular la imaginación, atención, habilidades cognoscitivas, lingüísticas, psicosomáticas, actitud crítica y reflexiva, para adquirir competencias, expresarse, interactuar con el medio y su entorno socio-cultural, potencializar la capacidad creativa, permanencia y transferencia de aprendizajes, y proponer con la música vallenata dinamizar la clase y salir del contexto aburrido de una clase tradicional, sobran suficientes motivos por el cual puede incluirse al vallenato en el aula como estrategia para la búsqueda de alternativas en el aprendizaje.

En razón de lo acotado, se cree que de continuar el no uso del vallenato se estaría desaprovechando toda una cultura propia de esta música, tan rica en sus variadas composiciones, las cuales cargan tradiciones antiquísimas de abuelos, padres, hijos, de valores, personajes, idiosincrasia… Y las cuales todas sumadas terminan constituyéndose en culturas propias de los pueblos que viajan a través de la música y las que definitivamente deben convertirse en puente de conexión para proponer diversas estrategias en el aprendizaje, basadas en la música vallenata.

Es la Unesco quien está llamando a protegerle, la presencia de la música vallenata en el aula desde ya sería una invitación al fortalecimiento del acervo histórico cultural de toda una región, a su salvaguarda, hoy en mayor peligro ante la influencia de otros géneros con mayor poder comercial.  

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Tutor del programa todos a aprender (PTA) y miembro activo de la comunidad de pares académicos CONACES-MEN.
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Jaqueline Cruz Huertas
Gran Maestra Premio Compartir 2000
Es necesario entablar una amistad verdadera entre los números y los alumnos, presentando las matemáticas como parte importante de sus vidas.