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Jaime Garzón: el educador, el líder social

Aún persisten discursos, usos y prácticas tradicionalistas y retardatarias en la escuela, pero también es verdad que venimos confrontándonos, reconociéndonos y avanzando.

Septiembre 21, 2017

Ya son 18 años del asesinato del humorista, abogado, pedagogo, periodista, analista político y líder social: Jaime Garzón. Su legado es muy amplio y su trabajo es fuente de inspiración para quienes soñamos y trabajamos por un país mejor, más justo, más equitativo. Garzón fue asesinado por grupos paramilitares quienes naturalmente tenían nexos con miembros de instituciones del Estado. La razón es evidente, fue asesinado por creer en una Colombia en paz; por confrontar críticamente a una sociedad que cuando se mira a los ojos, aún no se halla.

Le será otorgado el próximo 17 de Agosto de 2017, el Título póstumo honoris causa de Doctor en Educación a Jaime Garzón por su ejercicio como pedagogo, sus aportes a la reflexión de la educación en Colombia y su compromiso por la paz. Reconocimiento que será otorgado por la Universidad Pedagógica Nacional, en donde cursó dos semestres de Física.

Al respecto y seguramente como muchos maestros comprometidos también lo hacen, suelo reflexionar con mis estudiantes de colegio la muy reconocida conferencia de Garzón en Cali. Me detengo en cuatro fragmentos:

“Nosotros no sabemos si somos mestizos, si somos españoles, y sin embargo seguimos rindiendo un tributo y un respeto a esa clase alta dueña del poder”. 

Garzón había diagnosticado un problema de identidad y de conciencia colectiva. La sociedad colombiana, además de haber incorporado violentamente el legado español de la devastación cultural y nuestra propia negación originaria, ha perdido recurrentemente los referentes éticos y de liderazgo que emergen fugazmente.

En Educación, urge una resignificación de las prácticas educativas y del sentido propio de ella. En consecuencia, la pertinencia e idoneidad de lo que se enseña en las aulas, merece una discusión frente a su horizonte epistemológico, curricular, didáctico y evaluativo.

Una educación que sirva para poder convivir como comunidad, que construya paz, que ayude a cada ser humano a ser feliz, ese es el mensaje. El empoderamiento social que permita el reconocimiento de las realidades sociales del país, nos permitirá  no incurrir hoy en los errores del pasado. De la misma manera, nos permite proyectar la esperanza de un país mejor y más incluyente. 

2. “Pero en Colombia los profesores, sin culpa obviamente de los profesores… ¡el problema es el sindicato de los profesores!”

El sarcasmo es claro y la reflexión profunda. Los maestros somos parte de la solución o del problema. O reproducimos a partir de nuestro ejercicio en aula y gremial, las mismas lógicas excluyentes, de indiferencia, de insensibilidad y hasta de mediocridad; o hacemos parte de quienes valoran la posibilidad de trabajar día a día con decenas de jóvenes a quienes darles el mejor de los mensajes.

Educando mejor construimos un gran país, y en ello la buena enseñanza es una clave fundamental. Es importante aprovechar diariamente cada contexto escolar, para trabajar en el desarrollo de habilidades y competencias para el siglo XXI, como resolución de problemas, pensamiento crítico, creatividad, comunicación efectiva, trabajo en equipo, construcción de redes, honestidad, resiliencia, etc.

Si todos los maestros de Colombia, de todos los niveles, desde el preescolar, hasta postdoctorales, tanto del sector oficial como privado, nos pusiéramos de acuerdo en dar cada día lo mejor que se pueda en las aulas y más allá de ellas, otra sociedad sobrevendría.

3. “Entonces unos les dice: hermanos, hay que ponerse en la onda de transformar el país de cambiarlo… Y dicen: no, es que no hay líderes. ¿Ustedes que están esperando?, ¿que vengan a solucionar el problema que somos nosotros mismos? Si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvárselo, nadie, nadie, nadie”.

Quizá sea cierto que a quien no le duele la guerra tal vez tampoco le alegra la paz, una frase que refleja la indiferencia de muchos frente al suplicio de otros. Esa indiferencia nutre hoy la perpetuación y perpetración de asesinatos a líderes sociales, naturalizando la muerte y el asesinato como forma de acallar la diferencia y el esfuerzo de muchos por accionar contra la injusticia.

Los más de 186 líderes sociales que fueron asesinados en los últimos 14 meses entre los cuales 52 corresponden a los asesinados en lo corrido del 2017, nos pone frente a un escenario desalentador. A pesar de las experiencias del pasado se repite el escenario de asesinatos y amenazas a líderes sociales como herramienta típica de la guerra para provocar temor y miedo, no sólo a los líderes sociales, sino a sus familias, a sus círculos y  las comunidades.

Actualmente en Colombia, esa franja corrompida (como la llamaba Garzón)  sigue haciendo de la administración pública un negocio, y de la guerra obtienen los mejores dividendos. Todos los esfuerzos por un país mejor y en paz, amenazan los negocios turbios de los que se surten y viven algunos pocos. La tarea, la planteaba Garzón como la necesidad de reconocer quiénes son los que viven y se benefician del negocio, allí en ellos se encuentra el problema.

4. “Pedazo diez-dos (Constitución Indígena): Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente… con ese artículo que nos aprendamos salvamos este país”.

El reto está en defender el derecho a la vida, haciendo frente y fomentando el reconocimiento y empoderamiento de la realidad política y social del país. En alguna de sus intervenciones Jaime Afirmaba que: “Si uno vive en este país, tiene una tarea fundamental que es transformarlo y eso genera que el miedo de vivir aquí, le dé a uno el valor de creer en un país mejor y de querer transformarlo. Eso significa vivir en Colombia.”

¡De acuerdo! Asumir como maestros el pedazo diez-dos y lograr que nuestros estudiantes entiendan, comprendan, vivencien y se corresponsabilicen con este apartado, contribuirá enormemente a salvar este país.

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Escrito por
Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital F.J.C.
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Carlos Enrique Sánchez Santamaria
Gran Maestro Premio Compartir 2011
Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.