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Resiliencia como componente de la actitud emprendedora de los jóvenes universitarios

Un estudio no experimental, tipo de campo, con un nivel descriptivo, para  describir la resiliencia como componente de la actitud emprendedora de los jóvenes estudiantes. 

Febrero 20, 2018

El objetivo de la investigación fue describir la resiliencia como componente de la actitud emprendedora de los jóvenes estudiantes de la Universidad de Oriente Núcleo Monagas. El diseño fue no experimental, tipo de campo, con un nivel descriptivo.

La población estuvo conformada por 1.072 jóvenes de los tres últimos semestres de las diferentes carreras, en el primer semestre de 2014. Para la recolección de datos se empleó un cuestionario tipo Likert. Se demostró que los estudiantes mostraron como preferencia conseguir empleo y como tercera opción iniciar un emprendimiento.

Se pudo evidenciar que la resiliencia se constituye en un factor fundamental para lograr las metas de emprendimiento, cuando está asociada con familias con negocio, pertenencia a organizaciones comunitarias, trabajo por cuenta propia, trabajo antes de culminar la carrera y con el perfil curricular de la profesión estudiada.

En diciembre de 1999, en Venezuela se produjo un desastre natural conocido como la Vaguada1 de Vargas2 o el Deslave de Vargas. Éste puede ser considerado el peor desastre natural de la historia contemporánea de Venezuela.

La cifra de fallecidos nunca fue precisada, pero se estima en aproximadamente treinta mil (30.000) personas y se contaban por decenas de miles los damnificados3. La dimensión de la tragedia fue inmensa, especialmente para los sobrevivientes y damnificados, los cuales debieron esperan la ayuda del Estado venezolano y de gobiernos extranjeros o acudir a familiares e instituciones que pudieran facilitar su reubicación, ya que volver a sus antiguas viviendas estaba descartado en vista de la destrucción total o de la peligrosidad geológica que esto representaba.

De este contexto caótico surgieron muchos resilientes. Tengo el gusto de conocer una mujer de origen humilde que resurgió de esa pérdida total, sobreponiéndose al trauma que significa quedarse en cero, sólo con sus seres queridos quienes afortunadamente sobrevivieron y la apoyaron.

En el caso de mi amiga, no sólo pudo lograr recuperarse sino superarse ya que, a partir de ese momento, contra todo pronóstico, atravesando limitaciones económicas y adversidades de diversa índole, construyó otro hogar, aseguró la educación de sus hijos, consiguió trabajo, estudió una carrera universitaria (cum laude), se post graduó (en dos especialidades simultáneamente), es una estudiosa e investigadora empedernida, innovadora profesora universitaria y una emprendedora convencida. Un diamante en bruto convertido en esplendoroso brillante. Una verdadera resiliente.

Parto de esta experiencia personal para ilustrar a los lectores de este artículo de lo que en términos reales son las personas resilientes porque la generalización del término y su uso cotidiano en diferentes disciplinas pudiera llevarnos a pensar que resiliencia consiste simplemente en la capacidad de adaptarnos a los cambios imprevistos.

Sin embargo, el tema es más complejo; hay que entender cuán dramáticas pueden resultar las pérdidas, los fracasos, los cambios paradigmáticos, las experiencias cumbres, los desengaños, entre otras muchas situaciones, que desde las explicaciones psicológicas, pueden paralizar al individuo, dejándolo deprimido, indefenso e inoperante. La reposición a su estado inicial, el fortalecimiento humano, el empuje voluntario hacia el éxito y el afrontamiento de la adversidad son elementos asociados con la resiliencia.

Ahora bien, cuando se trata de personas jóvenes que se inician en un proceso de formación profesional, estos cambios bruscos o fracasos suelen dejar huellas infranqueables que les pueden llevar a la frustración, depresión y al abandono de sus metas.

Estas metas están asociadas, en ocasiones, con sus propios estudios, o con ideas innovadoras factibles de convertirse en negocios propios para emprender en torno a una oportunidad que visualizan. Sin embargo, pareciera que el miedo a enfrentar nuevos retos o al fracaso, a nivel universitario, que está asociado con los aspectos personales y psicológicos, se une también a dos variables externas que desde mi óptica pudieran estar afectando a los jóvenes venezolanos.

Éstas tienen que ver, por un lado, con la falta de incentivos al nuevo emprendedor, cristalizadas por medio de políticas públicas y, por otro lado, no menos importante, las herramientas curriculares o modelos programáticos de enseñanza dentro del sistema universitario que privilegian el empleo por encima del emprendimiento.

Lea el contenido completo en Revista Educación y Desarrollo Social -  Universidad Militar Nueva Granada.

* Publicado bajo licencia Creative Commons-Reconocimiento-No comercial-4.0 International (CC BY-NC 4.0).


Imagen www.liderempresarial.com

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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La Revista de Educación y Desarrollo Social de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad Militar Nueva Granada, es una publicación científica, semestral dedicada a la difusión de temas relacionados con todos los ámbitos de la educación.
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Jaqueline Cruz Huertas
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