Educación de calidad: un fin que sí justifica los medios

La búsqueda de la educación de calidad no se trata de un fin en sí mismo. Los niños y jóvenes de Colombia  son la base para la creación de riqueza, por un lado, y para la convivencia pacífica, por otro.  Una y otra dependen, principalmente, de la calidad de la educación.

En las sociedades modernas la prosperidad está basada, principalmente, en el conocimiento. Qué tanto invierte una nación en la generación y apropiación del conocimiento guarda relación directa con el valor agregado de los bienes y servicios que produce tanto para el mercado interno como para el exterior.

Sin duda, la dotación de recursos naturales de un país y su explotación puede contribuir, eventualmente, al crecimiento del producto interno bruto de un país. Sin embargo, es la producción de bienes y servicios sustentada en el conocimiento la que, en el largo plazo puede generar exitosamente una base para concurrir en el mundo contemporáneo.

Sin embargo, más allá del  ámbito productivo, es la calidad de vida de los seres humanos la que determina qué tan cerca se está de una sociedad del conocimiento. Respeto por la diferencia, solidaridad, cultura democrática, equidad, creatividad, capacidad de innovación, son algunas de las características que  una educación de alta calidad debe promover.

Son diversos los factores que determinan la calidad de la educación. Dentro de ellos, como la Fundación Compartir lo ha presentado a la sociedad colombiana y a las autoridades, el maestro es un actor de primera línea al que la sociedad debe rendir homenaje y apoyar de manera incondicional. De ahí que nuestro portal lo tenga como el principal destinatario de los contenidos del portal.

Para Compartir el tema debe ser discutido de forma permanente involucrando los diversos actores de la educación. Más allá de los maestros, se encuentran los padres de familia, estudiantes, facultades de educación, formuladores de política, legisladores, candidatos a gobernaciones y alcaldías,  gobiernos nacional y de los diferentes entes territoriales, organizaciones comunitarias y empresariales, centros de investigación, actores relevantes de la educación de fuera del país, públicos importantes para www.palabramaestra.org. Todos están invitados a participar y deliberar en el propósito de convertir el tema en una prioridad nacional.

Los retos de Colombia son inmensos. La posibilidad de concretar un acuerdo en La Habana es apenas el comienzo de una jornada ardua en busca de la convivencia pacífica. Pero no hay que olvidar que la verdadera paz se construye con educación de primera calidad y en ello la Fundación Compartir pondrá todo su empeño. Bienvenidos.