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La educación oficial conmemora los saberes y la historia afrocolombiana

El Día de la Afrocolombianidad fue un escenario de reflexión para estudiantes afrocolombianos, raizales y palenqueros, docentes, orientadores escolares y familias de Bogotá.

Junio 21, 2019

“De las rutas de libertad a las rutas de la vida, ¿y tú cómo quieres hacer historia?” fue el nombre de la jornada con la que la Secretaría de Educación del Distrito conmemoró el Día Nacional de la Afrocolombianidad. El evento contó con la participación de 109 estudiantes de diversos colegios oficiales de la ciudad, 14 padres, madres o acudientes y alrededor de 32 rectores, coordinadores, orientadores y docentes de las 81 instituciones educativas distritales que son acompañadas en el fortalecimiento de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos y en la socialización de la ruta de atención a casos de racismo y discriminación étnico-racial.

Con el fin de que las comunidades educativas se conviertan en gestoras de la paz y la convivencia intercultural, la conmemoración puso sobre la mesa la reflexión acerca de cómo integrar a las prácticas académicas los saberes afrocolombianos y el lugar histórico que han ocupado las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, así como, a propósito del Bicentenario de los 200 años de la Independencia, el reconocimiento de las luchas libertarias, de las cuales niños y jóvenes afrocolombianos son receptores y hoy construyen historia desde sus cotidianidades y proyectos de vida.

La jornada, que se realizó en la Plaza de los Artesanos de Bogotá, incluyó comida típica del Pacífico y el Caribe colombianos, música africana, historias, talleres, un cine foro y espacios lúdicos y de intercambio para todos los participantes.

Carlos Iván García Suárez, director de Inclusión e Integración de Poblaciones de la Secretaría de Educación, recordó que esta entidad cuenta con una línea de trabajo de grupos étnicos que vela por la educación intercultural e inclusiva en las 390 instituciones educativas distritales. “Para lograrlo, se desarrollan tres ejes: la Cátedra de Estudios afrocolombianos; las acciones de prevención, atención y seguimiento de situaciones de discriminación y racismo en la escuela; y la formación de docentes a través de la oferta de diplomados y programas de posgrado”, dijo.

En la apertura oficial del evento, el director hizo un llamado a los estudiantes asistentes: “Jóvenes afrocolombianos, ustedes son herederos de estas luchas, tienen derecho a imaginar y a hacer realidad un proyecto de vida que los llene de satisfacción y que contribuya a forjar una sociedad que valore la diversidad como fortaleza, porque nuestra sociedad no sería posible sin los africanos y sus descendientes”.

Uno de los asistentes fue Nicolás Steven Sepúlveda Ibargüen, estudiante de 9.º del colegio Confederación Brisas del Diamante de Ciudad Bolívar y oriundo de Quibdó (Chocó). Él forma parte del semillero del docente José Joaquín Vargas, quien ha impulsado a los niños afro de su institución a que retomen sus orígenes y plasmen sus sueños a través del lenguaje audiovisual. “La cultura y la forma de vivir en Bogotá son muy diferentes, pero los profesores y estudiantes nos aceptan”, asegura. Y con una enorme sonrisa afirma que “ser afro es ser feliz”.

¿Cómo pueden hacer historia los estudiantes afrocolombianos mediante la construcción de proyectos de vida basados en sus memorias ancestrales? Esta fue una de las preguntas que la conmemoración invitó a responder a niños, jóvenes, docentes y familias. José Luis Arcila Palacios, estudiante de 6.º del colegio Confederación Brisas del Diamante, señala que “la clave está en dialogar y ser amigos para evitar el racismo, además de mostrar el talento y de tener la frente en alto siempre”.

La participación de los docentes en la conmemoración del Día de la Afrocolombianidad fue vital. Mientras los estudiantes participaban en actividades simultáneas, en diferentes espacios, ellos discutieron en torno a la educación que reciben los niños y jóvenes de los pueblos negros, afrocolombianos, raizales y palenqueros, mediante preguntas que les permitieron, por un lado, cuestionar el lugar que ocupan estos pueblos en los contenidos de las diferentes áreas, y por otro, pensar si los referentes que los estudiantes conocen en el ámbito educativo les permiten verse a sí mismos como sujetos que hacen historia.

Luz Stella Segura Porras, docente de Sociales en el colegio Nelson Mandela de Kennedy, cree que este tipo de encuentros reivindican y reconocen a los pueblos afro, “lo que por años les ha sido negado”.

Sobre el papel de los maestros en la implementación de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos y la educación intercultural, la profe chocoana Luz Stella asegura lo siguiente: “Somos los docentes los que tenemos la guía para que niños y jóvenes aprendan la verdadera historia, que muchas veces no está en los libros. Así, creamos lazos de igualdad, fraternidad y unión en la escuela y eliminamos el racismo”.

Los talleres que desarrollaron los estudiantes fueron ‘El cabildo de raíces profundas’, que exploró la danza y la espiritualidad como escenarios de lucha y resistencia; ‘Vivir la danza desde la territorialidad’, en el que por medio de una combinación de danza y música hablaron de los procesos históricos de las comunidades afrocolombianas; y un taller de cine historia, que buscaba aportar a la construcción de memoria étnica y cultural.

Lo que más le llamó la atención a Sara Gabriela Murillo, estudiante de 6.º del colegio Magdalena Ortega de Nariño, de Engativá, fueron los personajes y los bailes que conoció en el evento. A su corta edad, se siente orgullosa de sus raíces. “El turbante es símbolo de resistencia y cada color tiene un significado, por eso lo llevo puesto”, expresó.

Por su parte, Diana María Vidal, madre de Ashley Giselle Johnson, quien estudia en el colegio Delia Zapata, de Suba, disfrutó un ejercicio de memoria para recordar los hitos y las decisiones que determinaron el rumbo de su historia de vida. “Estos procesos de aprendizaje deben involucrar a toda la comunidad educativa para que la cultura e identidad afrocolombiana prevalezcan en el tiempo. Aunque mi hija y yo somos descendientes del norte del Cauca, nacimos en Bogotá. Sin embargo, siempre mi espíritu me ha llevado a buscar más de mí, de mis ancestros. La idea es transmitirlo de generación en generación para abolir la discriminación”, apuntó.

La conmemoración del Día de la Afrocolombianidad fue una fiesta de saberes, experiencias y construcción de conocimientos. También fue la ocasión para descubrirse a sí mismos y reconocer a los otros. Este fue el caso de Heidy Julieth Acevedo Tapiero, estudiante de la Escuela Normal Superior Distrital María Montessori, quien hace meses viene indagando sobre sus orígenes. “Ha sido curioso porque mi papá es de Boyacá y mi mamá del Tolima, pero mi abuela me dice que hemos tenido familiares afrodescendientes. Ser afro es ser fuerte, es ser capaz de demostrar nuestra cultura y de reconocerse a sí mismo. Fue gratificante conocer más de historias, instrumentos y bailes que, a la vez, me permiten saber más de mi familia”, resaltó Heidy.

Cabe recordar que el sistema educativo oficial de Bogotá tiene 4176 estudiantes afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros. Kennedy es la localidad que más niños y jóvenes de estas comunidades acoge, con 656. Le siguen Bosa (544), Ciudad Bolívar (503), Suba (435), Usme (392), Rafael Uribe Uribe (349), San Cristóbal (322), Engativá (246), Usaquén (199) y Tunjuelito (191). Además, Bogotá promueve y apoya el acceso a la educación superior de esta población, y su permanencia en ella, a través de las diferentes líneas del portafolio de becas-crédito ‘Bogotá, ciudad educadora’, que prioriza, como sujetos de especial protección, a las personas pertenecientes a grupos étnicos. 

 


 

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Hoguer Alfredo Cruz Bueno
Gran Maestro Premio Compartir 2009
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.