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Matemáticas para extraterrestres

No todos los matemáticos o científicos usamos gafas, por ejemplo, tenemos vida social y en su gran mayoría los hombres si les hablan a las mujeres.

Agosto 9, 2017

Siempre que conozco alguien nuevo y surge todo el proceso de presentarse y decir mi profesión se genera la misma reacción ¿Matemáticas? (Cara de asombro, y casi desmayo) ¿Estudiaste matemáticas? ¿Puras? debes ser una dura, superdotada, genio. Y siempre respondo casi lo mismo: -No,  siempre me gustaron las matemáticas y decidí entonces estudiar lo que me gusta, normal, ¿no? No es fácil, pero si te gusta es lo importante. A mí no me gusta la sangre ni lo referente a las leyes. Tampoco sé colorear, ni recortar; me cuesta distinguir la mano derecha de la izquierda pero me gusta saber el porqué de las fórmulas o los fenómenos naturales, por eso estudié matemáticas y por eso me interesan las ciencias.

Las personas que encuentran divertidas, hermosas, delicadas y sorprendentes las matemáticas y que por ende deciden estudiar un pregrado, un posgrado o un doctorado en cualquiera de sus áreas; contrario al imaginario de muchos, no son necesariamente genios, superdotados o con coeficientes intelectuales superiores. No son tampoco inalcanzables o fuera de este planeta. Los matemáticos, los científicos y los estudiantes de estas áreas hacen lo que hacen porque les gusta y es su decisión de vida. ¿Estudian? Claro, y mucho, pero mi mejor amiga abogada también tenía que estudiar, y mucho. Incluso muchas veces más que yo.

El que nos guste las matemáticas o las ciencias no nos hace menos “normales”. El interés científico, como el político o cultural va más allá de estereotipos sociales y culturales, hace parte de nuestra identidad y de nuestra diversidad. No todos los matemáticos o científicos usamos gafas, por ejemplo, tenemos vida social y en su gran mayoría los hombres si les hablan a las mujeres. No somos extraterrestres.

Pero hay algo peor que estos estereotipos, algo más espeluznante y son los niños extraterrestres; esos niños a los que les gustan las matemáticas, que se gozan los números y que rebozan de preguntas a sus padres y maestros. Estos niños que generalmente y gravemente hemos aislado y catalogado como los “nerds” o “ñoños”, solo porque les gustan las matemáticas. Pero son igual de normales al resto, simplemente tienen, como todos, gustos y talentos, a ellos les gustan las matemáticas, los reta y los hace feliz.

Tenemos que entender y hacer que los niños, pero sobretodo los docentes y adultos, entiendan que: ¡Hay niños que disfrutan y quieren las matemáticas, como se disfruta y se quiere el fútbol! y debemos también interiorizar que esto está bien y es normal, pero sobretodo apoyarlos, motivarlos e impulsarlos. Estos pequeños tienen la grandiosa singularidad de la curiosidad; buscan respuestas y generan nuevas preguntas, van más allá, imaginan, y al imaginar, entienden el  mundo. Como Einstein recitó alguna vez: “La imaginación es más importante que el conocimiento; el conocimiento es limitado, la imaginación rodea el mundo”. Si transformamos la idea del gusto de las matemáticas de lo extraño, “ñoño”, sin posibilidades e inaccesible, a una oportunidad para la creatividad, la imaginación, el desarrollo del talento, y el progreso; nuestros pequeños “extraterrestres” descifrarán y rodearán el mundo.

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Escrito por
Matemática, Especialista en Matemática Aplicada y MA en Educación, Gestión y Liderazgo. Docente Investigadora en Educación Matemática.
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Sandra Cecilia Suárez García
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