Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
Si las instituciones se convierten en espacios de cooperación, de democratización de las relaciones, será posible que emerjan sentimientos altruistas y de responsabilidad social.
La pedagogía debe ser cómplice del recuerdo, trabajar sobre los recuerdos y buscar en ellos sus principios fundamentales para poner el acento de la formación humana en la capacidad para aprender de la historia a través de los relatos y narraciones de quienes fueron sus protagonistas.