Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
Desde hace más de 11 años en Colombia existe un colegio fuera de lo común: sin notas ni tareas. Su educación, de acuerdo a su propia filosofía, se basa en el amor en función del desarrollo personal humano.