Trabajos universitarios: tipos y características

A lo largo del cursado de una carrera universitaria, es muy probable que se le pida a cada alumno presentar una serie de textos académicos para demostrar sus conocimientos. En el ámbito de la universidad se pueden encontrar diversos tipos de trabajos universitarios, cuyas características pueden variar dependiendo de la asignatura, la facultad, el área de conocimiento y otros factores.

Sin embargo, hay algunos tipos de trabajos universitarios que están bastante extendidos en las instituciones de educación superior, y cada uno tiene una serie de particularidades que lo distinguen. Te contamos en esta ocasión cuáles son los tipos textuales más populares en la universidad, y qué lugar ocupan en la formación profesional de los estudiantes.

Rol de los Trabajos Universitarios en la Educación Superior

En términos generales, el objetivo principal de estos trabajos es evaluar al alumno y sus capacidades, para que este pueda demostrar que cuenta con los conocimientos y habilidades necesarios para continuar con su carrera profesional.

Los profesores de las distintas asignaturas pueden determinar qué clase de trabajo o evaluación aplicarán para los estudiantes, dependiendo de qué aspectos desean examinar y el nivel de conocimientos que el alumno debería tener.

En síntesis, podrás comprobar que existen distintos tipos de trabajos universitarios, y es importante conocer cuáles son las características particulares y la función de estos trabajos universitarios. Esto te permitirá estructurar de manera adecuada el proceso de investigación, redacción y exposición, en caso de ser necesario.

Tipos de Trabajos Universitarios

Como ya mencionamos previamente, existen diversos tipos de trabajos universitarios. Dependiendo del área de conocimientos, las asignaturas, el nivel de estudios, la forma en que aborda los datos, y otros factores, los estudiantes deberán presentar uno u otro tipo de trabajos universitarios para poder avanzar en la universidad.

En esta ocasión, te contaremos más sobre los siguientes tipos de textos académicos, que son tal vez los más frecuentes:

• Examen escrito
• TFG
• TFM
• Tesis doctoral
• Ensayo
• Monografía

Examen escrito

El examen escrito es, muy probablemente, la modalidad de evaluación más popular y extendida. Este tipo de documento es sumamente flexible y adaptable a las cualidades de cada asignatura y los objetivos de los profesores.

Un examen escrito puede contener más de una sección, y puede incluir preguntas de opción múltiple, de desarrollo, ensayos, o una combinación de estos. En síntesis, la estructura de este tipo de trabajo escrito es realmente flexible.

TFG: Trabajo de Final de Grado

En el caso del TFG, se trata de un proyecto que debe llevar a cabo el estudiante al finalizar el programa de grado. Lo más frecuente es que este trabajo implique un proceso de investigación que, posteriormente, se plasme en un texto escrito.

El objetivo del trabajo es que el alumno, muchas veces con la guía de un tutor, refleje un conocimiento avanzado en su área, y una comprensión adecuada del tema abordado. Normalmente, estos trabajos universitarios contienen partes canónicas que determinan su estructura. Estas son:

• Introducción
• Tema
• Objetivos
• Hipótesis
• Metodología
• Marco teórico
• Bibliografía

TFM: Trabajo de fin de máster

Bastante similar al trabajo final de grado, el TFM se distingue por presentarse en los estudios de maestría o máster. También suele implicar un proyecto más riguroso que un TFG, y más extenso.

Para este tipo de trabajos académicos, los estudiantes deben llevar a cabo una investigación original, también con la guía de un tutor o mentor. Al igual que el proyecto de fin de grado (TFG), el trabajo de máster incluye las partes canónicas que mencionamos en el ítem anterior.

Tesis doctoral

La tesis doctoral, como su nombre lo indica, es el documento que nos permite obtener el título de doctor. Es el trabajo académico más extenso, exigente y avanzado que un estudiante puede realizar en el ámbito de la educación superior.

Un trabajo doctoral implica una investigación pormenorizada de un tema específico, a través de la cual el autor debe probar su experticia y conocimientos. Se supone que, para llegar a este nivel de estudio, el autor ya cuenta con la capacidad de considerarse un experto en una temática específica y de llevar a cabo un proyecto de esta magnitud.

La investigación y la redacción de este documento puede llevar bastante tiempo. Completar correctamente un trabajo doctoral puede tardar hasta varios años.

Ensayo

La redacción de este tipo de trabajo académico tiene como meta presentar y desarrollar una idea, argumentos o temas de forma escrita, y desde un punto de vista determinado. La longitud de este tipo de textos puede variar, al igual que su estructura. Generalmente, cuenta con introducción, desarrollo y conclusiones.

Lo que distingue al ensayo es su cualidad de subjetivo. ¡Pero cuidado con este punto! Esto no significa que el autor puede dar libremente su opinión sobre un tema, sino que debe recurrir a una buena argumentación en la cual apoyar su postura y sus ideas. Lo ideal es también que realice un uso adecuado de los datos y de la bibliografía disponible, para así convencer al lector.

El ensayo puede proponer reflexiones sobre un tema, un análisis o una valoración subjetiva del mismo. Lo más normal es que tenga un carácter expositivo, y es relevante mantener un orden a lo largo de la redacción, además de un lenguaje claro y sin ambigüedades.

Monografía

La monografía es otro tipo de trabajo académico que suele pedírsele a los alumnos con frecuencia. Este texto se centra en un tema específico, que se aborda de manera exhaustiva. Suele utilizarse para investigar, analizar y exponer dicho tema desde un punto de vista objetivo.

Si bien su estructura es relativamente flexible, suele presentar una introducción, una revisión bibliográfica, la metodología (en caso de ser necesaria), la presentación y discusión de los resultados y la conclusión.

Con este tipo de trabajos universitarios la idea es verificar que el estudiante cuenta con la capacidad de desarrollar una investigación, organizar la información y comunicar los resultados de forma efectiva.

Otros

Por supuesto, los trabajos académicos que mencionamos arriba no son los únicos existentes. La variedad de trabajos en el ámbito de la educación superior es bastante amplia, y en algunas áreas algunos tipos de trabajos son más frecuentes que otros.

Algunos otros ejemplos de trabajos académicos que también te pueden llegar a pedir, ya sea para lograr el fin de grado, el doctorado o la maestría, son los siguientes:

• Presentación oral
• Reseña o crítica
• Proyectos prácticos
• Artículos científicos
• Memoria

Para algunas personas, escribir un TFM, planificar una investigación o estructurar un trabajo para la universidad puede ser todo un desafío. En estos casos, es posible contratar los servicios de especialistas para redactar un trabajo de fin de carrera, quienes conocen los diversos aspectos específicos de las distintas clases de trabajos académicos, el formato adecuado, cómo organizar la información y demás detalles.

Conclusiones

Como habrás podido notar, en la universidad suelen circular muchos y diversos trabajos académicos. Cada trabajo implica una forma particular de organizar y exponer las ideas y la información, por lo que es necesario (y sumamente beneficioso) que cada persona conozca los pormenores de cada trabajo o proyecto.

En otras palabras, un trabajo académico de fin de grado, de máster o tesis de doctorado, implica un nivel de conocimiento elevado, y es necesario respetar el formato específico de cada uno. La persona que realiza un trabajo de esta índole debe demostrar sus habilidades para llevar a cabo una investigación, organizar los datos adecuadamente, expresarse y divulgar los resultados o la información con eficacia.