En 1945, meses después de su liberación de un campo de concentración en la Alemania nazi, Viktor Frankl se sentó a escribir un libro. Tenía cuarenta años. Antes de la guerra, trabajó como exitoso psicólogo en Viena. Escribió el manuscrito en nueve días consecutivos. Aunque el libro cuenta la historia de los horrores y sufrimientos insondables que soportó como prisionero en Auschwitz, Dachau y otros campos, el propósito principal del texto es explorar la fuente de su voluntad de sobrevivir.