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Formación virtual de licenciados en educación para la primera infancia: necesidad latente

Los recorridos que ha realizado la concepción de educación para las infancias ratifica la necesidad de formación de maestros en todos los lugares de Colombia.

Noviembre 27, 2020

Breve abordaje histórico de la formación de maestros en Colombia

La formación de maestros en Colombia ha tenido una evolución desde sus inicios siempre en busca de la generación de profesionales con un pensamiento crítico, con un sentido de responsabilidad social y política desde el ejercicio de su disciplina junto con su práctica pedagógica. En sus inicios, la formación docente estuvo a cargo de la iglesia católica debido a los acuerdos llevados a cabo ente el Estado Colombiano y el vaticano (1888), teniendo ésta la responsabilidad directa de los centros educativos, desde las escuelas hasta las universidades; el poder que en ese momento tenía la iglesia estuvo más allá de administrar, ya que la sociedad colombiana fue permeada por su moral y cultura. En 1924, la Segunda Misión Pedagógica Alemana propuso la creación de una Normal Superior como centro de preparación de los profesores, sin embargo, esto solo se llevó a cabo hasta el año 1936, por la República Liberal y tuvo una existencia fugaz (15 años) pues llegaría solo hasta 1951, cuando tomó el nombre de Escuela Normal Superior Universitaria. Tras el cierre de la Normal Superior se crearon dos universidades pedagógicas, una femenina en Bogotá y otra masculina en Tunja, las que adoptaron posteriormente (1955) los nombres de Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá) y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Tunja).  Para 1957 se transformaron en instituciones mixtas y hasta la década del sesenta fueron las dos únicas instituciones de formación universitaria para profesores. (Chávez, L. 2015).

Debido a que muy pocas personas se estaban formando en las universidades y los normalistas no cumplían con los requisitos mínimos para la enseñanza, se crearon programas de titulación  ofrecidos por el Instituto Nacional de Capacitación y Perfeccionamiento del Magisterio (INCADELMA), basados en cursos de capacitación por radio (gracias a la iniciativa de Radio Sutatensa), cursos por correspondencia, cursos directos, y cursos vacacionales, con el fin de capacitar maestros sin titulación o con apenas uno o dos años de bachillerato. El objetivo de estos programas era triplicar, para 1962, el número de docentes titulados. Sin embargo, esta estrategia no dio los resultados esperados ya que solo llegaba a las capitales del país y se limitaban a titular en masa a personas sin la debida preparación. Para el año 1952  la Escuela Normal Universitaria Femenina fue renombrada como Universidad Pedagógica Femenina y se reestructuró siguiendo los lineamientos pedagógicos de la Escuela Nueva, adoptados desde la conformación de la Escuela Normal Superior, siguiendo el ideal de preparar un docente erudito (que sepa) y práctico (que sepa enseñar); en 1962 se modificó el nombre pasando a ser  la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) dándole así un carácter más general, para esta época ya no solo se formaban docentes mujeres sino que se incluyó a los hombres dentro de un mismo espacio. La UPN fue creada para ocupar la cúspide de un sistema estratificado de instituciones de formación, que organiza a las escuelas normales de todos los niveles y a las universidades pedagógicas asignando los grupos humanos que tendrían acceso a estas, de la siguiente manera: 

Escuelas Normales Rurales: Tienen como finalidad preparar maestros para dirigir las escuelas primarias rurales. Para el ingreso se exige haber cursado enseñanza primaria; el ciclo de estudios es de cuatro años y otorga el título de Maestro para Escuela Rural.

Escuelas Normales Elementales: Preparan maestros para las escuelas primarias, exigen para el ingreso haber cursado enseñanza primaria, tienen un ciclo de cuatro años y otorgan el título de Idoneidad Pedagógica.

Escuelas Normales Superiores: Preparan el magisterio para las escuelas primarias, exigen para el ingreso haber cursado cinco años de enseñanza primaria, tienen un ciclo de seis años y otorgan el título de Normalista Superior.

Escuelas Normales Agrícolas: Preparan el profesorado para las Escuelas Normales Rurales, exigen para el ingreso el certificado de enseñanza primaria, tienen un ciclo de estudios de cinco años y otorgan el título de Instructores Agrícolas.

Los Instructores Politécnicos Superiores: Preparan el profesorado de las escuelas de enseñanza industrial, exigen para el ingreso el título de experto, el ciclo de estudio es de uno a dos años y otorga el título de Profesor Industrial.

Universidades Pedagógicas: Tienen por objeto preparar a los profesores de cultura general para los establecimientos de Enseñanza Secundaria.

Con la Universidad Pedagógica Nacional ampliada, las instituciones de educación superior encargadas de la formación de maestros fueron las siguientes: Universidad Nacional, (Bogotá). Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá). Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá). Universidad la Gran Colombia (Bogotá). Universidad Libre (Bogotá). Universidad de Antioquia (Medellín). Universidad Católica Bolivariana (Medellín). Universidad del Quindío (Armenia). Universidad del Valle (Cali). Universidad Santiago de Cali (Cali). Universidad de Nariño (Pasto). Universidad Tecnológica y Pedagógica de Tunja (Tunja).

El caso de una licenciatura en modalidad virtual que forma maestras y maestros para la primera infancia 

Comenzaré diciendo que la formación de maestros y maestras para la primera infancia es un proceso que ha estado en constante transformación en las últimas décadas; de una formación tecnológica que se impartía en dos o tres años, se elevó a cuatro para el nivel de licenciatura a finales de 1970. En 1998 se expidió el decreto 272 que modificó todos los programas de formación de maestros, pasándose de licenciaturas de cuatro años de formación a licenciaturas de cinco años. En este decreto se incluía la pedagogía y dentro de ella la didáctica como disciplina fundante en la formación de maestros. Si bien el decreto 272 fue derogado por el decreto 2566 de 2003, en el que básicamente se reglamentó la acreditación de todos los programas de pregrado en la Educación Superior y en el que se volvía a aceptar la formación técnica como parte de la formación primaria universitaria, la totalidad de programas de pregrado en educación infantil se reestructuró en el espíritu del Decreto 272 ya que éste se hizo de obligatorio cumplimiento a partir del año 2000.

Dentro de los docentes formados para la atención a la primera infancia, a lo largo de la historia, no solo se cuenta con los licenciados, también se encuentran los docentes formados en las normales, las madres comunitarias adscritas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) quienes atienen a una gran parte de los niños y niñas del país. En los últimos años, las instituciones de educación superior, han transformado la mirada de la educación infantil, no vista solamente como “el cuidado a los niños y niñas de la primera infancia”, sino que le apuesta al reconocimiento el niño como un sujeto de derechos y a la primera infancia como una de las etapas más importantes en el desarrollo del ser humano; esto ha conllevado a que los programas se planteen desde una formación investigativa e innovadora, que incluya un trabajo con la familia y la comunidad, en un ejercicio práctico y permanente del profesional en formación.

Ahora bien, para el caso particular de la licenciatura en Educación para la Primera Infancia del Politécnico Grancolombiano, ésta nace con la intención de acoger los cambios, trayectorias, nuevos discursos y políticas que enmarcaban el tema de la educación de la primera infancia en el país. La licenciatura quería transcender la mirada de la educación infantil desde modalidades de educación y pretendía acoger un énfasis en la educación para las infancias en función de reivindicar la diversidad, la diferencia de culturas, el reconocimiento de los niños en diferentes contextos y desde sus propias realidades y circunstancias de vida. Desde esta intención buscaba como propósito poner en dialogo la educación preescolar, la educación inicial y las demás modalidades de educación informal donde se encontraban las infancias para formar licenciados con una capacidad de centrar sus escenarios educativos desde una universalidad.

Es así como el Politécnico Grancolombiano realiza en su momento un análisis y un proceso de reflexión sobre la importancia de formar maestros con prioridad por la educación en la primera infancia concluyendo que las lógicas de trabajo con los niños que desde el año 2000 venían posicionándose posibilitaban un cambio en las formas de concebir los niños y las niñas y el sentido de la educación inicial en general. Así las cosas, en el año 2013 se dan los primeros pincelazos en la creación del Programa, donde el equipo de trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales, junto con el acompañamiento constante de colaboradores externos, realizaron una gama de propuestas las cuales se discuten, se reflexionan y se materializan en la construcción del programa académico: Licenciatura en Educación para la Primera Infancia.

Así las cosas y conscientes de las necesidades de formación de profesionales expertos para el trabajo con la primera infancia no eran solamente en los contextos urbanos, se piensa en la posibilidad de trabajar especialmente con las regiones más apartadas del país, en las que según los algunos resultados del momento sobre el Índice Sintético de Calidad Educativa los diagnósticos de cobertura en educación y la presencia de maestros en el área de Licenciaturas en Educación Infantil, Preescolar o Primera Infancia eran -y siguen siendo- muy escasas . Esta intención integradora en el caso de la enseñanza y el aprendizaje de la Educación para la Primera Infancia presentó una alternativa importante que se consideró en la propuesta: Llegar con un programa consolidado en el campo disciplinar de la primera infancia y de la educación a jóvenes y adultos de todo el país que deseen fortalecer sus conocimientos en esta materia.  Es así como en el año 2013 bajo la Resolución R.C. 967 del 29 de julio de 2013, el Ministerio de Educación Nacional regula el funcionamiento de la licenciatura, según lo establecido en la Ley 1188 del 25 abril 2008 y el Decreto 1075 de 2015.

Para el Politécnico Grancolombiano sigue siendo una de sus apuestas sociales es asegurar la igualdad de oportunidades a través del acceso a la educación y coherente con este propósito, la licenciatura en Educación para la Primera Infancia se creó bajo la modalidad virtual que permitiría el fácil acceso a la formación desde el sitio en el cual se encontraran.  Así la licenciatura del POLI se presentaba en ese momento  como una alternativa a esta única opción de modalidad virtual en Colombia y la única bajo la denominación de Licenciatura en Educación para la primera infancia, formado maestros para el trabajo pedagógico y educativos con niños de 0 a 6 años, buscando traspasar la barrera de lo físico a lo virtual propiciando que los estudiantes fueran, como hasta ahora ha sido,  protagonistas de su propio proceso de aprendizaje desarrollando en ellos independencia, flexibilidad y autonomía frente al nuevo conocimiento. Esta modalidad, en ese momento, no solo implica mayor impacto sino también un referente frente a la inclusión al llegar a población que por condiciones de discapacidad, sociales, laborales entre otras, no tienen fácil acceso a la educación superior. Adicional a esto, daba paso a un encuentro de saberes interculturales en torno a las infancias, por los aportes personales que los aspirantes podrían aportar al programa. Actualmente estas importantes intencionalidades siguen siendo más vigentes que nunca dados los escenarios de formación en lo que el Covid -19 ha puesto la educación superior en el mundo.

Durante los 7 años que lleva de vida la licenciatura su compromiso y sus propósitos se han materializado y aún, busca impulsar apuestas educativas que cierren, aunque sea un poco, las brechas que históricamente han permeado la educación de los niños en Colombia donde desafortunadamente la educación de calidad es la educación privada, formal o urbana. Este año y con la puesta en marcha de la renovación de su registro calificado, la licenciatura sigue formando maestros y maestras de todo el país, desde la Guajira hasta el Amazonas, son ya 205 egresados competentes y con un alto sentido de responsabilidad social frente a la primera infancia colombiana, quienes gracias a esta formación ahora aportan y apoyan a través de apuestas pedagógicas el reconocimiento de las particularidades de los contextos e historias de vida de las infancias de Colombia.

Hoy más que nunca deben seguir siendo vigentes las licenciaturas que forman maestras y maestros para la primera infancia en las regiones a través de la modalidad virtual como lo hacen el Politécnico Grancolombiano, AREANDINA y otras también en modalidad a distancia como la UNAD   o la IBEROAMERICANA entre otras, formando los maestros y maestras en las regiones apartadas de los cascos urbanos quienes tienen fuertes problemas para acceder al sistema educativo, pues los largos recorridos, las obligaciones propias del campo, la violencia y el conflicto aún presentes, no les permiten mantenerse.

De hecho, la tasa de deserción más alta se encuentra en estos escenarios: “El Gobierno nos está diciendo de 100 niños que empiezan primero de primaria, solo 44 logran terminar” (EL TIEMPO, marzo de 2020).  El trabajo pedagógico desarrollado por las diferentes Escuelas Normales es determinante para la implementación de la educación básica pero insuficiente para la educación en primera infancia en temas de pertinencia y calidad, se devela también, la escasa formación de profesores para los sectores rurales: el 32% cuentan con formación técnica y solo un 19% con formación profesional y en Preescolar solo el 59% con formación de pregrado (UNESCO, 2018).

Los docentes profesionales que se mantienen, por lo general tienen dificultades para el acceso a las escuelas y su reconocimiento económico es cuestionable. Así mismo, los niños no gozan de los beneficios y programas que hay en las ciudades generando una brecha que afecta la calidad de la educación inicial en estos territorios.

De allí que la intención de las licenciaturas en modalidad virtual sea aportar a la disminución de la brecha en términos de calidad, pertinencia y cobertura particularmente aquí de la educación para las infancias locales y de las regiones aportando con una formación virtual de calidad, profesionales idóneos, conscientes del contexto y que conciban al niño desde sus diferencias y desde allí planteen procesos formativos situados y pertinentes.

Es importante concluir diciendo que los diferentes recorridos que ha realizado la concepción de educación para las infancias, así como el amplio corpus investigativo, teórico y normativo en los últimos años alrededor de le educación inicial y preescolar ratifica la necesidad de formación de maestros para la primera infancia en todos los lugares de Colombia a través de propuestas de formación virtual de calidad y pertinencia para las necesidades sociales actuales.  

 


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Escrito por
Coordinadora de la Licenciatura en Educación para la Primera Infancia Politécnico Grancolombiano.
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Hoguer Alfredo Cruz Bueno
Gran Maestro Premio Compartir 2009
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.