Usted está aquí

¿Cómo sistematizar una práctica de aula?

Querido maestro, quiero compartir con usted un proceso de sistematización que vengo desarrollando, una herramienta potente para evidenciar mi experiencia educativa.

Febrero 6, 2020

Pese a los inconvenientes, a la falta de apoyo que en ocasiones el maestro investigador o innovador tiene, es importante empezar por llevar la sistematización escolar, ahí puede hallarse una genialidad escondida. 

En esta oportunidad, y respondiendo a preguntas que algunos colegas me han hecho, quiero compartir un proceso de sistematización que vengo haciendo durante varios años. En su momento fue un sencillo proceso de archivo, pero en el camino se convirtió en una herramienta potente para evidenciar una experiencia demostrativa que se ha venido desarrollando.

Lea: ¿Por qué es importante sistematizar las prácticas educativas?

Se trata de un recurso metodológico que involucra las músicas para la enseñanza de las ciencias sociales, la filosofía y en general en las humanidades. En en blog ‘Pensar las músicas en contextos’ se encuentra una materialización de un proceso de sistematización detallado y sobretodo reflejo de constancia y amor por la pedagogía.

Vea: Tres minutos con Salomón Rodríguez Piñeros

Si bien, este artículo va sugerir algunas pautas de sistematización, no es un camino terminado. Hay tantas maneras de llevar la memoria del maestro, como las maneras diversas de concebir la pedagogía. Así las cosas, la presente experiencia es sólo un camino que ha generado buenos resultados.

Pese a los inconvenientes, a la falta de apoyo que en ocasiones el maestro investigador o innovador tiene, es importante empezar por llevar la sistematización escolar, ahí puede estar una genialidad escondida.

Existen varias maneras de  hacer un archivo escolar, se puede comenzar con una recopilación de trabajos elaborados por los estudiantes, también se puede grabar la voz del maestro a manera de memoria, dichas grabaciones pueden ser susceptibles de materializarse posteriormente en un texto que contenga las principales apreciaciones del quehacer en el aula y fuera de esta, la toma de fotografías o videos ayudan a evidenciar los procesos que se llevan en el salón de clase de manera creativa.

De igual forma, el diario de campo o bitácora de maestro puede ser una excelente herramienta de seguimiento. La descripción detallada de la metodología y las prácticas son la herramienta más común en un proceso de sistematización, ello no significa que las anteriores propuestas sean un complemento alternativo en este camino que termina siendo un insumo para la investigación escolar.

Es importante reconocer que la recopilación de los trabajos de los estudiantes puede servir de un año para otro. Son la inspiración para que otros pupilos los perfeccionen y logren imitar o superar la calidad de los mismos.

En esta dinámica se puede archivar los trabajos más destacados; aunque se pueden  también recopilar las producciones escolares que muestran dificultad. Estos pueden ser insumos para el análisis o para las evidencias que dan cuenta de la evolución y los avances de los estudiantes.   

Definitivamente se necesita de un espacio físico para guardar los trabajos, puede ser un rincón en el aula o un archivador en la biblioteca que permita el fácil acceso y consulta de los mismos. Estos pueden ser carpetas, cajas de fotografía, álbumes de trabajo, afiches o los mismos repositorios en memorias usb y otros. Vale la pena enfatizar en el blog o la página virtual que puede ser un repositorio clave en la socialización o simplemente una estrategia importante de archivo.

En los casos de concursos o simplemente evidencias de trabajos, este proceso de sistematización es clave. En tanto que, termina siendo la voz de los estudiantes a partir de sus producciones.

Como se dijo anteriormente, cada archivo de trabajo o carpeta de sistematización debe contener un informe o análisis sencillo del objetivo propuesto y del resultado alcanzado. Se trata entonces de generar estrategias de mejora en el camino que se ha emprendido con las producciones y la descripción que el docente quiere plasmar.

La sistematización escolar no tiene una ruta puntual y específica, más bien responde a una necesidad que tiene el maestro de llevar la memoria de su experiencia. Este aspecto aporta precisamente a una carencia de la educación que es precisamente la ausencia de una sistematización física, detallada y descriptiva de lo que se hace en el aula y −por qué no decirlo− de un registro de lo que se quiere proyectar o simplemente de lo que no se pudo lograr.

Gran parte de las experiencias demostrativas de los maestros se pierden, se quedan en el tiempo y en la memoria intangible de la institución, de ahí no pasan. La trascendencia de ese quehacer del maestro está definitivamente en una adecuada y juiciosa sistematización. De esta manera la práctica se va cualificando y, lo mejor de todo, otros colegas pueden replicar las experiencias que han sido efectivas y que pueden llevarse a otros contextos y latitudes.

Si el interés del docente, a futuro o corto plazo, es visibilizar el trabajo, es importante que se consolide una sistematización de prácticas o reportes sobre su dinámica en el aula. Estos recursos pueden subirse a Internet y generar enlaces que amplían el contenido, que en su momento el maestro puede elaborar como requisito de una convocatoria o concurso.

10 pasos prácticos para tener en cuenta en un proceso de sistematización:

  1. Tener claro lo que se quiere hacer con la sistematización.
  2. Definir una ruta de análisis y seguimiento continuo.
  3. Establecer uno o varios recursos para recoger la información (escrito, visual-auditivo).
  4. Especificar la población que hará parte de la sistematización (estudiantes y / o maestros).
  5. Se sugiere que se abra un blog, página o carpeta virtual que contenga el material recopilado.
  6. Se debe firmar el consentimiento de los padres para la toma de fotos o videos.
  7. Compartir el trabajo con colegas receptivos permite que la experiencia se complemente de manera asertiva.
  8. No pare, no desfallezca en las ganas de hacer una memoria que refleje su gran versatilidad en el aula.
  9. El camino no es fácil, quizás pueden venir críticas y comentarios que desalienten la tarea, pero la meta es clara y la intención muy loable.
  10. Es bueno comprender que día a día el maestro tiene un laboratorio espectacular, el salón de clase es un espacio de vida y aprendizaje colaborativo.

 


Imagen STIL on Unsplash

Boletín de noticias
Registre su correo electrónico para recibir nuestras noticias.
Escrito por
Maestro Ilustre del Premio Compartir 2017.
Promedio: 5 (3 votos)
Estadísticas: .
Henry Alberto Berrio Zapata
Gran Maestro Premio Compartir 2007
Empaqué en el equipaje de viaje de los estudiantes la herramienta más importante para cualquier destino: los argumentos.