Investigación realizada para identificar los factores de agresión y violencia que afectan la convivencia escolar y elaborar una propuesta pedagógica que promueva la Cultura de la Paz.
Formado como artesano, este orientador educativo explica que su labor es ‘tejer’ las relaciones entre estudiantes, maestros y padres de familia en busca de su bienestar emocional.
Conocer a la familia de los niños contribuyó a una mejor convivencia, pero si lo hacemos en forma permanente el cambio en actitudes será más profundo y permanente.
Abordar la convivencia en la escuela exige un riesgo creativo holístico en donde es necesario identificar el papel de la cultura, ética, democracia y manuales de convivencia, entre otros.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.