No importa si la foto de la escuela sigue siendo la misma que hace 150 años, lo importante en realidad es mostrarnos como innovadores y decir que si no innovamos mataremos a la escuela.
Reconocer que hay un problema del que nadie quiere hablar mirar más allá de nuestra conversación actual hasta donde emergen las próximas oleadas de innovación, el reto.
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.
Más allá de discutir lo que atañe a lo religioso, quisiera hacer énfasis en algunas reflexiones que este gran líder mundial le deja al pueblo colombiano y entre líneas a l@s maestr@s.