Un juego que les permitirá a los estudiantes jugar con sus propias creaciones, repasar el vocabulario de la lengua inglesa y desarrollar la creatividad.
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
Que se revisen los manuales de convivencia es importante, pero desde la realidad de cada escuela y no orientado desde los lindos escritorios de Bogotá.
Una invitación para el docente tome conciencia de los beneficios formativos del juego como vivencia y como concepto, en función de los procesos educativos.