¡No olvidemos el papel de los padres en la educación!

El primero de junio fue el Día Mundial de los Padres, nombrado así por las Naciones Unidas como una muestra de agradecimiento por el compromiso de los padres hacia sus hijos. No olvidemos, por supuesto, que los padres, las familias extensas y las comunidades son los primeros maestros que los niños conocen y son la influencia dominante en sus vidas a lo largo de sus años escolares y más allá.

La importancia de los padres para la educación es evidente a partir de los vínculos directos entre los antecedentes familiares de las personas y su probabilidad de éxito en la educación y a través de ella. Los factores genéticos, la riqueza y las redes familiares son importantes para los resultados educativos de los niños.

Más allá de esto (ya que muchos padres que leen este blog sin duda atestiguarán, se involucrarán y apoyarán la educación de los niños), la exposición a actividades culturales y disponibilidad de materiales educativos, como libros, y los prejuicios o estereotipos, como las expectativas desiguales para las niñas y los niños, también tienen una importancia enorme en el éxito educativo.

Echemos un vistazo más profundo a algunos de los enlaces directos entre el entorno familiar que los padres establecieron y entre los antecedentes familiares y el éxito en la educación.

Si un niño tiene o no un ambiente hogareño de apoyo que, por ejemplo, no tiene violencia, afecta la capacidad del mismo para dedicarse y concentrarse en la educación.

La capacidad de los padres para participar en la educación de sus hijos depende en gran medida de su propia alfabetización y conciencia educativa, lo que sugiere una gran necesidad de alfabetización de adultos y énfasis en el aprendizaje intergeneracional. Existe una persistencia sustancial de los resultados educativos a lo largo de las generaciones. Contrariamente a las expectativas, la educación a menudo puede ser un factor clave en la desaceleración de la movilidad intergeneracional.

Los padres influyen en ciertas cuestiones a diferentes niveles. Por ejemplo, si los padres invierten o no en la educación de la primera infancia es muy importante para las habilidades cognitivas y no cognitivas.

En el nivel de educación básica, la participación de los padres puede incluir la participación en comités de gestión escolar o asociaciones de padres, las interacciones con los maestros y el apoyo para la escuela y en las tareas.

En los niveles superiores de educación, los padres pueden proporcionar asesoramiento específico sobre las opciones de materias y la preparación para la educación superior, la formación profesional o los vínculos con el empleo.

Para algunas de estas responsabilidades en cuanto a la educación de sus hijos, los padres pueden ser responsables, como lo demostró nuestro último informe. Si bien los estudiantes asumen mucha de la responsabilidad de su asistencia, esfuerzo y comportamiento a medida que crecen, cuando son más jóvenes, esta responsabilidad cae directamente sobre los hombros de sus padres. Los servicios de protección infantil y otros mecanismos de rendición de cuentas, como las leyes de absentismo escolar o las reuniones entre padres y escuela, son necesarios cuando los padres no quieren o no pueden cumplir con sus responsabilidades.

Además de las acciones directamente relacionadas con la educación de sus propios hijos, las preferencias de los padres y la toma de decisiones pueden tener una gran influencia en la política educativa. Los padres y los grupos de padres más motivados pueden influir en las decisiones educativas, como el apoyo a diferentes tipos de provisiones de educación, contenido curricular y decisiones de asignación de gasto público. Por ejemplo, en los Estados Unidos, presionaron a los editores a revisar los libros de texto que distorsionaban fuertemente los hechos del cambio climático.

Algunos padres juegan un papel importante al responsabilizar a los maestros, como lo presentamos en este blog sobre Honduras, por ejemplo. Sin embargo, dado que los grupos de interés de padres a menudo tienen intereses más estrechos, incluyendo el uso de la educación para darles a sus hijos acceso a los grupos de compañeros más deseables para señalar su exclusividad, sus esfuerzos políticos pueden estar en desacuerdo con los objetivos de financiamiento equitativo, integración o mezcla social.

Finalmente, los padres juegan un papel clave en la financiación de la educación. En la mayoría de los países, el sector educativo se financia a través de los impuestos. Pero en muchos países, y particularmente en los más pobres, como lo mostró el Informe GEM 2017/8, los padres están soportando la peor parte, cubriendo por lo menos un tercio de los costos de educación por sí mismos.

A medida que reconocemos el papel sumamente importante que juegan los padres y las grandes responsabilidades que recaen sobre sus hombros en la educación de sus hijos, debemos, al mismo tiempo, comenzar a pensar cómo pueden ser apoyados para tener éxito. El apoyo de la comunidad, la información accesible y comprensible sobre educación, políticas de cuidado social o transferencias de efectivo, pueden ayudar a los padres a cumplir con las responsabilidades de la educación de sus hijos y recompensar los esfuerzos que están haciendo.

Fuente: GEM Report Unesco.  

Traducción: Andrea Lugo