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Escuela en Portugal radicaliza la idea de la autonomía de los estudiantes

Inmersa en el sistema público de educación y localizada en el municipio de Santo Tirso, en Portugal, en la Escola da Ponte los estudiantes se organizan a partir de intereses comunes para desarrollar proyectos de investigación.

Noviembre 30, 2016

Este artículo fue publicado en el portal educacaointegral.org.br y traducido adaptado por Compartir Palabra Maestra como producto de la alianza de contenidos de ambos portales.

 “Los niños que saben enseñan a los niños que no saben. Esto no es excepción. Es la rutina del día a día. El aprendizaje y la enseñanza son un emprendimiento comunitario, una expresión de solidaridad. Más que aprender saberes, los niños están aprendiendo valores. La ética impregna en silencio, sin explicaciones, las relaciones en aquel salón inmenso. Fue así que el educador Rubem Alves resumió una de sus muchas sorpresas con la Escola da Ponte, una institución pública de Portugal que, desde 1976, comprende que la trayectoria académica de cada estudiante supone un conocimiento cada vez más profundo de sí mismo y una relación de solidaridad con los otros.

Inmersa en el sistema público de educación y localizada en el municipio de Santo Tirso (cerca de la ciudad de Porto), la Escola da Ponte no adopta un modelo series o ciclos. Allá, los estudiantes de diferentes edades se organizan a partir de intereses comunes para desarrollar proyectos de investigación. Los grupos se forman y se deshacen de acuerdo con los temas y a partir de las relaciones afectivas que los estudiantes establecen entre sí.

Organización pedagógica

El proceso individual de cada estudiante pasa por tres núcleos distintos: el de iniciación, consolidación y profundización. En la iniciación, el estudiante recibe tutoría con mayor frecuencia y pasa a aprender las reglas de convivencia y los compromisos que asume con los demás y con su propio proceso de aprendizaje.

En la consolidación, la necesidad de acompañamiento disminuye, el estudiante asume mayor tránsito por los espacios y tiempos de la escuela y comienza a gestionar de forma autónoma el plan de estudios para el 1er ciclo de la educación básica. En el núcleo de profundización, los niños y adolescentes asumen un comportamiento bastante autónomo, participan en la gestión de sus actividades y en las colectivas, y asumen el estudio del plan curricular del 2º ciclo.

En vez de un único profesor, los estudiantes acceden a los orientadores educativos, que los acompañan tanto en las cuestiones de aprendizaje académico como comportamentales. En vez de disciplinas, el proyecto pedagógico es dividido por seis dimensiones, apoyadas por docentes, pedagogos y psicólogos: lingüística (Idioma Portugués, Inglés, Francés y Alemán), lógico-matemática (Matemática) , naturalista (Estudio del medio, ciencias de la naturaleza, ciencias naturales, físico-química y geografía), identidad (estudio del medio, historia y geografía de Portugal e historia), artística (expresión musical, dramática, plástica y motriz, educación visual y tecnológica), personal y social (formación personal, enseñanza especial y psicología).

Cada estudiante selecciona un tutor, que puede ser cualquier individuo de la comunidad educativa – funcionarios, profesores, padres de familia - , que será el responsable por orientarlo en la trayectoria académica que el establece para sí mismo.

De esa forma, el alumno y su tutor evalúan juntos como fue el proceso de aprendizaje, si los objetivos fueron alcanzados, si quedo alguna duda y si el niño o el adolescente están satisfecho con lo que alcanzó. En lugar de exámenes, el tutor y estudiante establecen que mecanismo utilizarán para evaluar la satisfacción y si el contenido fue asimilado, en un proceso dialógico y en si educativo.

De acuerdo con el proyecto educativo, la escuela tiene como pedagogía  la formación de personas responsables, autónomas, solidarias, más cultas y democráticamente comprometidas con la construcción de un destino colectivo y un proyecto de sociedad que potencializa la afirmación de  las más nobles y elevadas cualidades de cada ser humano.

Por tanto, la escuela integra e genera corresponsabilidad a todos los involucrados de la comunidad educativa en su construcción – el individuo se hace en lo colectivo y el colectivo se alimenta de la singularidad de cada uno.

Diversidad y currículo

La diversidad es una de las características de la escuela que reúne estudiantes de diferentes clases sociales. Muchos padres de familia, inclusive, se mudan de otras regiones del país para que sus hijos tengan la oportunidad de estudiar en la institución.

De la misma forma, niños y adolescentes con deficiencias estudian en el mismo proceso que los demás: participan de los grupos, experimentan los procesos de planeación y autoevaluación y discuten las normas de la comunidad.

Por tanto, la escuela se fortalece en su pedagogía, reconociendo cada estudiante como único e irrepetible, igualmente integrante de una cultura, origen y estructura familiar particular. De este modo, la Escola da Ponte entiende que el papel del docente, de la comunidad educativa y de los estudiantes es apoyar que cada individuo se descubra y se conozca, a partir de la interacción con los otros, con los diferentes. Es este mismo descubrimiento lo que motiva el propio deseo de aprendizaje.

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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer