En los colegios son atendidos 1.100 niñas y niños pertenecientes a pueblos indígenas. Maestros y estudiantes compartieron los saberes y experiencias del modelo de educación flexible con enfoque diferencial.
A través de la interacción con los equipamentos culturales, recreativos y deportivos, Bogotá se convertirá en el escenario educativo que conectará a la ciudadanía con capital que soñamos: una ciudad educadora.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.
Con esta propuesta, los niños exploran y aprenden nuevos conocimientos y expresan sus sentimientos para vivir momentos imaginarios, felices y divertidos.