El reto de construir estilos de vida que sean realmente sostenibles exige una educación que promueva la creatividad, el pensamiento crítico y transformador del entorno.
Los maestros del Estado Islámico descuidan la enseñanza de materias que se solían enseñar, tales como ciencias, matemáticas, arte y música. En cambio, a los niños se les enseña cómo combatir en la yihad.
Han nacido en América Latina como un “efecto dominó” y han obedecido al desempeño deficiente de la educación en la región frente a la de Europa, Norte América y Asia.