Se trata del ciclo vital de los niños de 0 a 6 años, en el que es prioritario reconocer las particularidades que distinguen el desarrollo infantil y que implica que quienes estén en interacción con ellos deben contribuir a la construcción de su identidad, acompañándolos en su proceso de inserción y construcción del mundo propio y social. Por consiguiente, la educación de la primera infancia significa reconocer a los niños en el ejercicio de sus derechos, saber de sus particularidades, intereses, gustos y necesidades, y atenderlos mediante las actividades que implican esos intereses en sus momentos particulares de desarrollo.
Así, el juego, la literatura, las diversas expresiones artísticas y la exploración del medio son actividades propias que caracterizan a la primera infancia, y en esa medida, el objetivo no es enseñar contenidos temáticos de la manera en que se hace en la básica primaria, o tratar al niño como alumno en situación escolar, sino desplegar diferentes oportunidades para potenciar su desarrollo de acuerdo con sus características, aprender desde las preguntas e intereses que surgen en su vida cotidiana y valorar sus saberes, así como sus formas de ser y estar en el mundo.
Anteriormente, los métodos de castigo físico en el aula eran comúnmente usados por los docentes. Hoy, ellos cuentan con otras armas más “´psicológicas” en el aula.
Delegados internacionales, empresarios y directores de fundaciones privadas de 14 países de Latinoamérica se darán cita en Medellín en el marco del encuentro anual de la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (Reduca).
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
La educación, en términos generales, resulta ser importante para todos, ya sea por las connotaciones morales del tema o porque simplemente sin educación (escolarizada o consuetudinaria) no hay transmisión cultural posible.