Desde lo más aparente a lo más profundo y delicado, la escuela ha cambiado radicalmente, y el proceso de cambio no está disminuyendo sino que, al contrario, está acelerando.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
La falta de vocación docente conduce a la realidad que viven los estudiantes debido al sistema educativo actual con un currículo oculto lleno de aprehensiones sin aprendizajes significativos.
Es necesario aprovechar la discusión sobre la ciencia y la investigación para reposicionar al maestro como sujeto investigador a partir, en y desde su práctica.