Los dirigentes educativos pueden colocar su institución en ventajas competitivas sin deshumanizar la función social que es inherente a la organización escolar.
El plebiscito en las escuelas se propuso como posibilidad para que niños y adolescentes carguen el país un poco y asuman la responsabilidad de pensar una decisión.
Los colegios están sujetos a normas, existen manuales de funciones, hay procedimientos y protocolos, pero nada de eso sustituye la responsabilidad de llevar el buque a puerto seguro.
Entre ser objeto de cacharreo y encontrarse “en la cresta de la ola” en innovaciones tecnológicas, la educación no apropia aun la importancia de incorporar tecnología, su verdadera importancia: el desarrollo del individuo como ser crítico y social.
Las intenciones del gobierno, de cerrar definitivamente la plataforma Uber, representan una enorme contradicción con respecto a la inclusión de tecnología en la vida cotidiana de las personas.
Según la Gran Maestra del Premio Compartir 2015, esta es la oportunidad para que los niños y jóvenes víctimas del conflicto armado recuperen la esperanza y los sueños que les arrancó la violencia.
La reflexión de alguien que votará Sí pero con cierta frustración con respecto a los lineamientos que sobre educación, en lo rural, quedaron consignados en el documento.